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Desconectar para conectar, sin lugar a dudas estamos ante la era de la tecnología, una tecnología a la que no podemos ser ajenos. Desde los más pequeños hasta los más mayores se hayan inmersos en este nuevo modelo de relacionarnos con el mundo.

Desconectar para desconectar

Sin lugar a dudas estamos ante la era de la tecnología, una tecnología a la que no podemos ser ajenos. Desde los más pequeños hasta los más mayores se hayan inmersos en este nuevo modelo de relacionarnos con el mundo. Sin duda la tecnología nos ayuda y mucho en nuestra vida cotidiana, organización, trabajo, relaciones sociales,.. pero también tenemos la otra cara de la moneda, la desconexión de nosotros mismos para conectar con esta era digital que nos rodea y que nos “agota las pilas” poquito a poco.

El hecho de desconectar genera debates de todos los modelos, pero donde más sin duda causa mella es en nuestro bienestar. Salís del trabajo y ¿ya no recibís whatsapp de allí? O ¿contestáis algún email?, ¿será quizás un cambio de turno con algún compañero? ¿o un cliente que en dos minutos dejamos solucionado? Os aseguro que nos causa mucho desgaste no sólo físico sino psicológico, que merma nuestra vida privada en cuanto a no sólo cantidad sino calidad.

Las personas que no descansan correctamente a nivel psicológico y físico teniendo que contestar llamadas, escribir correos o realizar tareas de cualquier tipo a distancia, acumulan un cansancio, que lo van a notar muy pronto. De hecho, está demostrado que el nivel de rendimiento en el trabajo está directamente relacionado con la satisfacción laboral y la desconexión del mismo. 

¿Has oído hablar del síndrome del burnout? O lo que es lo mismo, el síndrome del “trabajador quemado” está caracterizado por tres aspectos, a destacar irritabilidad, insomnio, desmotivación. 

España ha sido uno de los últimos países en contemplar entre sus leyes la desconexión laboral fuera de nuestro horario con la Ley Orgánica 3/2018 de 5 de Diciembre (Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales -LOPDGDD-) con entrada en vigor el 7 de diciembre de 2018. De esta manera, queda legitimado la desconexión digital fuera del horario laboral, incluido periodos vacacionales.

Pero una vez más os pido más que leyes, tomar conciencia de cuán importante es nuestro bienestar para que a pesar del día tan “loco” y a la carrera que llevemos, podamos permitirnos desconectar de la tecnología, sin que sea lo primero y lo último que vemos en el día eso, precisamente, el móvil. 

Desconectar para conectar ¿Os atrevéis a probar durante una semana a no tocar el móvil en vuestro tiempo libre?

5 Hábitos que están arruinando tu descanso sin saberlo

Alguna vez has notado que te levantas fatigado, cansado o como sin ánimos para afrontar el día. Descansar bien es fundamental para tener una buena salud y poder afrontar nuestro día a día. Dormir, aquello que hemos hecho desde el primer momento de nuestra vida, que nos ha reconfortado y nos resulta algo no sólo necesario sino satisfactorio, puede convertirse en nuestra peor pesadilla si no lo conseguimos o si no es productivo.

Alguna vez has notado que te levantas fatigado, cansado o como sin ánimos para afrontar el día. Descansar bien es fundamental para tener una buena salud y poder afrontar nuestro día a día. Dormir, aquello que hemos hecho desde el primer momento de nuestra vida, que nos ha reconfortado y nos resulta algo no sólo necesario sino satisfactorio, puede convertirse en nuestra peor pesadilla si no lo conseguimos o si no es productivo.

Hay 5 Hábitos que están arruinando tu descanso, ¿te ocurren?

1. Tener un alto nivel de actividad durante las últimas horas de la tarde o noche. Por supuesto, aquí incluimos las preocupaciones, aquellos pensamientos que perturban nuestra cabeza y que normalmente son recurrentes, sin encontrar solución para deshacernos de ellos. Además, estamos enviando a nuestro cerebro una señal inequívoca de que tenemos que estar activos en este momento y no es hora de desconectar.

2. El ruido y la iluminación en nuestro entorno. Nuestros ritmos circadianos son los encargados de regular los ciclos de vigilia y sueño, y éstos a su vez están regulados por el día y la noche. De hecho, pasear al sol durante media hora al día favorece que nuestro sistema se recupere, recojamos vitaminas y tengamos un buen descanso. Abandonar el móvil, los papeles o el ordenador un par de horas antes de dormir es imprescindible así mismo, ya que desprenden una luz azul que rompe los ciclos.

3. No tener un horario para dormir. Pues sí, necesitamos un hábito para nuestro descanso. Si cada día es a una hora, el cerebro no sabe cuándo toca dormir y cuándo estar activo. Mantener un horario estable, hará que nuestro cuerpo funcione a la perfección, “como un reloj”. Así, crear un ritual para irse a dormir nos ayudará en esta tarea, por ejemplo darse una ducha, leer un libro e irse a la cama puede ser un ritual que lleve a nuestro cuerpo al descanso.

4. Las cenas pesadas, el alcohol, tabaco o el café. Son sustancias que a priori pueden parecer que relajan, y nos inducen el sueño, pero en realidad estamos activando nuestro cuerpo y cerebro. Cuidado con consumir cualquiera de estas sustancias más allá de las 15 horas, ya que podrás sufrir sus consecuencias indeseables.

5. El estrés. Vivimos en una carrera continua y constante, con un sinfín de tareas y obligaciones no sólo en el trabajo, sino también en nuestra vida personal. Una cantidad de estrés es hasta cierto punto recomendable en nuestro cuerpo y mente, facilita la liberación de una hormona llama norepinefrina, la cual mejora nuestra actividad cerebral y ánimo, es como una gasolina. Sin embargo, cuando el estrés es constante, los niveles de cortisol, la conocida “hormona del estrés” se elevan y sufrimos sus consecuencias. 

el descanso para tener una buena salud.

realmente es muy importante, pero al igual que comer y beber son requisitos necesarios para la vida, el descanso no es menos.

De hecho, no descansar correctamente desencadena en problemas psicológicos, físicos y de relaciones con los demás, que obviamente van a “boicotearnos” y con ello nuestro bienestar.

Pues sí, cada vez cuidamos más de nuestra salud física practicando deporte, mejorando la alimentación que ingerimos y realmente es muy importante, pero al igual que comer y beber son requisitos necesarios para la vida, el descanso no es menos.

De hecho, no descansar correctamente desencadena en problemas psicológicos, físicos y de relaciones con los demás, que obviamente van a “boicotearnos” y con ello nuestro bienestar.

Con el ritmo de vida que llevamos hoy, solemos pensar que lo más importante es aprovechar la vigilia y dormir menos horas, ya que nos da tiempo a “vivir” más. Nada que ver, de hecho desde el punto de vista de la salud y bienestar, es más importante el sueño que la vigilia.

De hecho, con una privación de sueño podemos llegar a perder nuestra vida, provocando la muerte.

Seguro que os sorprende ¿verdad? Pues sí, de hecho, entre otras cosas, aumenta la secreción fundamental de tres hormonas: catecolaminas (adrenalina, dopamina, noradrenalina), el cortisol y la insulina, alterando la glucosa, y favoreciendo la aparición de la diabetes.

Desde el punto de vista psicológico provoca una disminución en nuestra atención, lo que hace que la concentración, razonamiento y memoria se vean alterados.

Pensad en todos los aspectos en los que están incluidos estos procesos: leer, cocinar, trabajar, conversar,… y así un largo etcétera.

En cuanto a tus emociones tendrás irritabilidad, tus emociones sufrirán altibajos provocando ansiedad y depresión a corto y largo plazo. 

Es precisamente durante el sueño cuando consolidamos los aprendizajes que hemos adquirido durante el día, y nuestro cuerpo al completo se
restaura movilizando los nuestros circuitos neuronales para afrontar el nuevo día. Por tanto, ni el sueño es un tiempo perdido, ni únicamente sirve para recuperar energía física; es mucho más que eso para nuestra salud y bienestar.

Descansar es un proceso de desactivación y restauración. Conciliar el sueño es un proceso pasivo, en el que no nos tenemos que esforzar por conseguirlo.

Y de hecho habréis observado que cuanto más queremos hacerlo, más se nos dificulta este proceso ya que en sí mismo el esfuerzo por conseguirlo es
un inhibidor del proceso automático que genera el sueño.

Gracias al descanso conseguiremos mejorar nuestros procesos mentales básicos (atención, concentración y memoria) obteniendo así grandes dosis
de creatividad, habilidad en resolver problemas y esto influirá directamente en nuestra autoestima. 

El descanso no es un lujo o un capricho, sino una necesidad.