El consumo de sustancias tóxicas de forma continuada suele acompañarse de alteraciones del sueño, tanto durante el consumo como en los períodos de abstinencia.
La sustancia cuya relación con el sueño ha sido más estudiada es el alcohol. El cannabis es otra sustancia que influye en el sueño. Por supuesto, el consumo de cocaína también interactúa con el sueño y lo distorsiona.
En el tratamiento de las alteraciones del sueño por consumo de tóxicos es primordial la deshabituación del paciente. Añadiendo un enfoque desde la perspectiva de la psicoeducación en conductas de sueño, la terapia cognitivo conductual y el tratamiento farmacológico, controlado siempre por el médico especialista en Medicina del Sueño.
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